BIM (Building Information Modeling) es una metodología que permite crear simulaciones digitales de diseño, manejando coordinadamente toda la información que conlleva un proyecto de arquitectura.
Mientras CAD permite el diseño en 2D o 3D sin distinguir sus elementos, este sistema de datos incorpora el 4D (tiempo) y 5D (costos), permitiendo gestionar la información de manera inteligente durante todo el ciclo de vida de un proyecto, automatizando procesos de programación, diseño conceptual, diseño detallado, análisis, documentación, fabricación, logística de construcción, operación y mantenimiento, renovación y/o demolición.
Es importante aclarar la diferencia entre BIM y programas como Revit®, ArchiCAD®, AllPlan® y otros similares: BIM es un sistema de trabajo, mientras que Revit®, ArchiCAD® y AllPlan® son software donde este sistema puede aplicarse. Por lo tanto, estos se complementan y permiten que el trabajo del arquitecto sea llevado a cabo de forma eficaz.
BIM permite ordenar la complejidad que existe en los desarrollos arquitectónicos en donde existen una gran cantidad de participantes para delimitar las responsabilidades y roles de cada uno.
Los proyectos modelados en BIM pueden incluir los productos y materiales reales que se utilizarán para construirlos, incorporando su geometría, sus características, su costo y la información de contacto para adquirirlos una vez aprobados.
Los proveedores juegan una parte fundamental dentro de esta constelación de actores, ya que con ellos estamos en constante relación para definir con qué se va a construir el proyecto, y esa relación es diaria. BIM se podría entender, entonces, como una especie de catálogo de materiales modelados, mejorando la manera en que se traspasan las especificaciones técnicas del proyecto a los encargados de construirlo.
Existen sitios web que alojan enormes bibliotecas de productos, permitiendo descargar modelos específicos para ser incorporados inmediatamente en el proyecto de arquitectura, y así ahorrar el tiempo que tomaría la especificación posterior. Con toda esta información cargada, el sistema no solo mejora la calidad de la obra, sino que además disminuye la toma de decisiones y los cambios de última hora durante el proceso constructivo, abordando problemas de forma virtual y bajando los costos generales del proyecto.
Además, cada uno de los elementos tiene sus propios atributos y se relaciona específica y paramétricamente con los demás objetos del proyecto: si se modifica uno de estos objetos, los que dependan de él también cambiarán automáticamente.
De este modo, BIM permite el trabajo en conjunto de arquitectos, clientes, constructores, ingenieros y otros actores relevantes en un sólo proceso inteligente y compartido.
Nota del medio www.plataformaarquitectura.cl