El simple hecho de colocar la palabra “Smart” a algún término arquitectónico, tecnológico o de cualquier otro tipo, parece convertir a éste en novedoso o futurista. Algunos ejemplos como Smart City, Smart Industry o Smart Commerce nos muestran cómo el adjetivo “Smart” empieza a ser más común de lo que creemos y, es más, ya no nos suena tan extraño. Pues bien, Smart Building también es un concepto novedoso y utilizado en el mundo de la arquitectura actual. Lo complicado, como sucede con todo término ambiguo e innovador, es encontrar una definición clara sobre él. Ya hay muchísimos escritos al respecto y no encontraremos una definición 100% clara, pero podríamos definir al Smart Building como: “Aquella construcción que busca la plena eficiencia energética en su uso, consiguiendo este objetivo mediante una gestión y un control integrado y automatizado de todos sus sistemas”.
Sabiendo que los edificios inteligentes están enfocados a la búsqueda de la eficiencia energética, qué mejor manera de proyectar estos edificios que la metodología BIM. La aparición de esta nueva forma de trabajo, paralelamente a la investigación y evolución de los edificios inteligentes, ha hecho que se dé un paso de gigante hacia la implantación de las construcciones eficientes e inteligentes. Cuando hablamos de metodología BIM, ya hemos visto en anteriores artículos, que hablamos de diferentes fases de los modelos: planificación, diseño, construcción, operación y mantenimiento. En el caso de las Smarts Buildings estas etapas se están simplificando a apenas dos: Fase Virtual y Fase Real.
Equiparando la primera de ellas, la Virtual, a las etapas de un modelo BIM “tradicional”, la compararemos con las primeras etapas del proyecto, es decir, las etapas de planificación y diseño de un edificio arquitectónico. Los objetivos que queremos cumplir en la primera etapa de un edificio inteligente no son más que los de realizar un análisis exhaustivo de cuáles serán las respuestas que nos darán las edificaciones frente a determinados supuestos o condiciones. Básicamente, utilizaremos este período del proyecto para poder realizar todos los cálculos necesarios y establecidos en los Usos BIM requeridos en el BEP, los cuales nos darán los resultados numéricos sobre cuánta será la eficiencia de nuestro edificio. Podremos realizar cálculos lumínicos, consumos de agua, energía, luz, flujos de aire, y muchos otros. En definitiva, todo tipo de cálculo que favorezca una mayor eficiencia. Con todo ello, conseguiremos durante esta primera etapa “virtual”, prever posibles errores de construcción, comparar diferentes elementos y/o equipos en diferentes sistemas, así como tener análisis mucho más veraces sobre la respuesta energética de nuestro edificio una vez construido.
Una vez superada esta primera fase, se habrán tomado todas las decisiones pertinentes sobre el diseño de nuestro Smart Building: nuestro edificio estará proyectado. Será entonces cuando pasaremos a la segunda y última etapa: la Real. Volviendo a hacer una comparativa sobre los estándares de los modelos BIM, estaríamos cubriendo los períodos de construcción del edificio y la fase de operación y mantenimiento del mismo. En este caso, los objetivos a cumplir en el caso de los edificios inteligentes son muy simples: asegurar que los materiales y equipos utilizados son los proyectados y cumplir con un mantenimiento óptimo de los mismos. Será clave respetar al máximo lo establecido en el proyecto, ya que, en caso de que se realicen cambios en algún producto, sobretodo en algún equipo sin calcular previamente, podremos ver disminuida la eficiencia de nuestro edificio siendo su respuesta distinta a la esperada.
La metodología BIM favorece en gran medida la evolución de este tipo de construcciones ya que, con la utilización de softwares tan dinámicos y potentes podremos adelantarnos a los posibles problemas futuros que tengamos. Asimismo, nos ayudará a poder hacer de una forma más rápida y concisa cualquier tipo de cálculo necesario que favorezca que nuestro edificio tenga una catalogación de Smart Building. Esta forma de trabajo es, por tanto, una parte fundamental durante el proceso de proyección de edificios inteligentes, encontrando aquí un nuevo motivo por el cual la formación en BIM es clave en el futuro de la arquitectura.
Los modelos BIM se pueden utilizar fácilmente para ilustrar todo el ciclo de vida del edificio a los clientes y miembros. Existen varios programas como Autodesk Revit donde podrás analizar desde las primera cimentaciones hasta la inauguración completa, desde el concepto hasta la demolición y la eventual reutilización de materiales.