¿Están las ciudades brasileñas preparadas para adaptarse al cambio climático? Motivados por esta pregunta, los científicos de la Universidad de São Paulo (USP) crearon un índice que mide el potencial de adaptación de nuestros centros urbanos a los impactos del cambio climático. El índice, denominado Índice de Adaptación Urbana (UAI) se describe en un artículo publicado en la edición de mayo de la revista científica “Climatic Change”.
Desarrollada por investigadores del proyecto CiAdapta, que estudia las interacciones entre las transiciones climáticas, las ciudades y los procesos de toma de decisiones, la AUI busca evaluar la presencia o ausencia de marcos legales y regulatorios para apoyar las intervenciones urbanas vinculadas a la adaptación climática.
En total, hay 26 indicadores asociados a cinco conjuntos de políticas públicas municipales de apoyo a las intervenciones urbanas: vivienda, movilidad urbana, agricultura sostenible, gestión ambiental y gestión de riesgos climáticos.
En la elaboración del índice se tomaron en cuenta dos aspectos: las proyecciones climáticas para Brasil, que incluyen aumento de temperatura, olas de calor y frecuencia de sequías e inundaciones, y el sistema de gobernanza del país, que coloca la responsabilidad de la planificación en los municipios de sostenibilidad urbana.
Utilizando datos públicos del censo brasileño, la encuesta aplicó el índice y evaluó la capacidad de adaptación actual de los 645 municipios del Estado de São Paulo, una muestra que representa el 21% de la población del país y que concentra el 32,4% del PIB de Brasil.
Más de la mitad de los municipios de São Paulo tienen baja capacidad de adaptación al cambio climático, con calificaciones bajas en el Índice de Adaptación Urbana. Sin embargo, los municipios cercanos o en las regiones metropolitanas, donde vive la mayoría de la población, tienen las puntuaciones más altas, lo que indica un mayor potencial de adaptación climática.
Para Gabriela Marques Di Giulio, de la USP, coautora del estudio, el Índice de Adaptación Urbana innova utilizando datos de censos públicos para producir información sobre el nivel de adaptación de las ciudades. “El uso de datos públicos facilita la actualización de la AUI de forma dinámica, y la hace útil para monitorear cambios y procesos de transición en las ciudades”, comenta. Los indicadores propuestos en la AUI se pueden utilizar en ciudades de todo el país.
Otro punto importante destacado por la investigadora es el hecho de que el índice genera un debate público sobre el tema del cambio climático. “Al evaluar las diferencias y similitudes entre la capacidad actual de las ciudades (o la falta de ella) para hacer frente a los impactos y riesgos del cambio climático, este índice puede estimular el debate entre las ciudades para crear políticas públicas que alineen la adaptación a la sostenibilidad urbana”.
Di Giulio reconoce que, si bien las mejoras en los niveles de ingresos, educación y salud son importantes para reducir las vulnerabilidades al cambio climático, también es necesario considerar las capacidades específicas de cada ciudad para enfrentar este contexto, como planes de contingencia, política de uso del suelo urbano y mapeo de áreas de riesgo.
El próximo desafío para el grupo del Proyecto CiAdapta, según Di Giulio, es aplicar la AUI y también producir otros índices de cambio climático con métricas robustas para ser utilizados por las ciudades brasileñas. “La idea es que estos índices estén conectados a las especificidades de la realidad brasileña, sean de fácil uso, que reflejen la capacidad adaptativa de nuestras ciudades”, concluye.