El experimento pedagógico-artístico de la Bauhaus (1919-1933) es concebido por Luis Fernández-Galiano en tres fases, que corresponden por este orden a la primigenia escuela de artes y oficios, que se transformaría en escuela de diseño y finalmente en escuela de arquitectura. Esta progresión corrió paralela a la convulsa historia de Alemania durante el periodo de entreguerras, desde Weimar y Dessau hasta Berlín. Paul Klee formó parte de la Bauhaus desde 1920 a 1931, de manera que vivió tanto el periodo más iluminado de la escuela –catalizado por las inclinaciones místicas del también suizo Johannes Itten–, como la etapa más racionalista y funcional, iniciada en 1923 bajo la influencia de Theo van Doesburg y el neoplasticismo holandés.