Elementos clave en la Arquitectura Educativa
La escuela del futuro se proyecta con un diseño que considera que el concepto de “aula” o “clase” es modificado y admitirá usos diversificados y cambios en las estructuras a través de elementos que permitan esa constante evolución del espacio. El objetivo es que el centro educativo elija el espacio de aprendizaje según la actividad a realizar, adaptando, así, el entorno a sus necesidades. Se ha demostrado que crear aulas con distribuciones más dinámicas fomenta la creatividad, favorece una mentalidad abierta y ayuda a que el aprendizaje sea más colaborativo.
Otro de los aspectos imprescindibles es la adecuada iluminación. Idealmente se debe poner foco en el aprovechamiento al máximo de la luz natural, complementando esta con la iluminación artificial adecuada que permita la concentración sin generar fatiga visual.
Espacios que promueven la socialización y colaboración
Se ha demostrado que el aprendizaje es más efectivo cuando se fomenta la interacción. Por ello, diseñar áreas para el trabajo en equipo y la comunicación fluida entre alumnos es esencial en la arquitectura educativa actual.
Para facilitar y promover esta socialización se diseñan zonas comunes, que actúan como puntos de encuentro. Estos espacios suelen ser la biblioteca, cafetería o comedor y patios o espacios al aire libre. Deben tener diseños atractivos y funcionales, promoviendo la relación entre los estudiantes de diferentes disciplinas y cursos.
Incorporación de tecnologías en la Arquitectura Educativa
Hoy en día no se puede pensar en educación sin pensar en tecnología. El desarrollo de recursos tecnológicos como internet, tabletas y pizarras digitales, proyectores, son grandes herramientas para el desarrollo de los contenidos en escuelas y universidades.
Aprendizaje al aire libre: beneficios y estrategias
La salud y el bienestar de los estudiantes se benefician significativamente de la conexión con el exterior. El diseño arquitectónico de los centros educativos puede incorporar espacios al aire libre, como huertos escolares, zonas verdes y patios didácticos. Este tipo de lugares también ayudara a concientizar a los estudiantes sobre la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.
Seguridad y accesibilidad: pilares en el diseño educativo
El ambiente escolar debe ser seguro, no sólo desde el punto de vista estructural tales como seguridad ante incendios, accesibilidad universal, protección de alturas u otras condiciones reguladas, sino teniendo en cuenta la edad de quienes serán sus usuarios y los riesgos propios de cada etapa en la que estos se encuentren.
Existe un amplio espacio para la creatividad del diseñador, la imaginación y la fantasía, y desde este punto, arquitectos y educadores colaboran en un objetivo común: crear espacios de aprendizaje acogedores, activos, dinámicos y adaptables, que sean verdaderamente efectivos para el propósito a cumplir. Tanto arquitectos como docentes tienen la gran fortuna de poder dedicar sus habilidades a dos de las actividades humanas más satisfactorias que existen: enseñar y construir. Pudiendo convertir ambas en una obra de arte.