The Line es un proyecto residencial en obra frente a la estación central de Ámsterdam, en Holanda.
El edificio es conocido por su forma verticales y disruptivas, que llaman la atención frente a las construcciones más sobrias a su alrededor, pero sin dejar de integrarse perfectamente con su entorno.
The Line contará con una luz natural abundante en su interior. El objetivo principal en el diseño del edificio en el densamente poblado distrito de Overhoeks era garantizar una cantidad adecuada de luz natural. Por eso, los pisos superiores cuentan con recesos para lograr una iluminación natural en los niveles más bajos.
Otro aspecto interesante de The Line es su sostenibilidad. El edificio está diseñado para ser eficiente energéticamente, con gran predominancia de vidrio en su fachada que permite una gran cantidad de luz natural y un sistema de ventilación que reduce la necesidad de aire acondicionado.
Igualmente llamativa es la gama de materiales sostenibles utilizados, que garantizan una larga vida útil: muchos componentes de su fachada se pueden quitar y reciclar cuando sea necesario.
Las unidades funcionales están conectadas a una instalación de almacenamiento térmico compartido, que proporciona refrigeración en verano y calefacción en invierno.
Además, el jardín compartido contribuye a la biodiversidad y al bienestar de los residentes.
En resumen, The Line probablemente se convierta en un must-see para cualquier arquitecto que se encuentre por este barrio de Ámsterdam y lo tenga a su paso.
Su diseño innovador y sus características técnicas hacen de The Line un ejemplo para futuros proyectos arquitectónicos y una muestra de lo que se puede lograr con la combinación de creatividad y tecnología.