Lo que de verdad emociona a Bjarke Ingels, uno de los arquitectos más famosos e influyentes en la actualidad, es jugar. Jugar en la acepción más pura de la palabra, como lo hacen los niños, convirtiendo el juego en una aventura, un objeto de invención y un sentido que da dirección a la vida.

El nuevo proyecto del estudio de Ingles es una ciudad que se construirá en mitad del desierto simulando estar en Marte. De esta forma unirá ese sueño infantil de viajar al espacio con una profesión, la arquitectura, que define como «el arte y la ciencia de convertir la ficción en realidad».